Guadalajara, Jalisco.- Jalisco, cuna del narcotráfico en México desde Miguel Ángel Félix Gallardo «El Padrino» o «El Jefe de Jefes» vuelve a tener episodios de violencia que ahora más que nunca afectan sobremanera a la ciudadanía, pues incluso sectores humildes son blanco de secuestros, extorsiones y cobros de cuotas, lo cual ha colocado a la población en la incertidumbre, pues vive prácticamente a merced de un cártel y sin la confianza de poder denunciar.
Don Roberto, a quien llamaremos así por cuestiones de su seguridad, es un ranchero de la población de Ocotlán, la cual es vecina del estado de Michoacán, narró a este medio el infierno que pasan él y sus paisanos: «Aquí ya no secuestran sólo al adinerado, ahora ya ni siquiera la población humilde puede estar tranquila, hay cobro de cuotas hasta para el campesino, hay secuestros y extorsiones, hace unos años nuestros vecinos de Michoacán nos contaban lo que sucedía allá con los grupos criminales, como tenían sobajada a la gente y ahora eso mismito pasa aquí y ni confianza hay de denunciar porque si vas con la autoridad saliendo te ‘levantan’, estamos en un pueblo sin ley en donde nadie nos escucha, vivimos con miedo y desesperados».
El entenado de «El Mencho»
De acuerdo con fuentes militares que han sido consultadas por esta redacción, el reciente generador de la violencia en Jalisco y también en los municipios michoacanos que tienen vecindad con este estado, es el objetivo criminal identificado como Juan Carlos Valencia González y/o Juan Carlos González Valencia, alias «El JP», «El Tres» o «El Tercero». Un mando castrense detalló sobre este personaje: «Este sujeto, ‘El JP’ se hace llamar hijo de Nemesio Oseguera Cervantes ‘El Mencho’, pero no es su descendiente, es su entenado. Por datos que poseemos, se sabe que ‘El Mencho’ está a ‘salto de mata’, tiene muy poca comunicación con ciertas personas y una de ellas es ‘El JP’. Lo que creemos es que ‘El JP’ se perfila como el virtual sucesor de ‘El Mencho’ porque existen datos de que los recientes hechos de violencia tanto en Jalisco como en los municipios michoacanos vecinos han sido ordenados directamente por él, es decir, es el generador de la violencia reciente que se vive en la región y que ha afectado ya no sólo a los grupos antagónicos delictivos ni a los ricos empresarios sino también a la gente que tiene trabajos humildes».
A decir de las voces militares, «El JP» en realidad es hijo de sangre de Armando Valencia Cornelio, apodado «El Maradona» y/o «El Juanito», líder del extinto Cártel del Milenio (detenido en agosto de 2003).
El jefe militar puntualizó: «Desde la detención en enero de 2014 de Rubén Oseguera González ‘El Menchito’ (el cual después saldría libre), en la organización criminal de Jalisco tomó relevancia ‘El JP’, éste último consolidó su poder al ser recapturado ‘El Menchito’ en diciembre de ese mismo año y quedó al mando sólo después de su padrastro: ‘El Mencho’, desde ese momento tomó el liderazgo financiero en la organización criminal y el trasiego de droga proveniente del sur de América a Los Estados Unidos».
Según los contactos del Ejército Mexicano, «El JP» y/o «El Tercero» formó dos brazos armados a su mando y para su beneficio propio. Uno de ellos que mantiene una guerra sangrienta en el estado de Guanajuato con células rivales. Este grupo de élite está bajo las órdenes de Ricardo Ruiz Velasco «El RR». El otro es el «Grupo Delta», el cual pelea el control de territorio en Michoacán y se le relaciona con el atentado contra de el ex fiscal Luis Carlos Nájera, en un restaurante japonés de la ciudad de Guadalajara el 21 de mayo de 2018, así como también se le implica en el ataque con un explosivo contra la Embajada de los Estados Unidos ocurrido el 1 de diciembre de ese mismo año en aquella población.
De igual manera las fuentes castrenses refirieron que el «Grupo Delta» está inmiscuido en el ‘levantón’ de los hijos de Joaquín Guzmán Loera «El Chapo Guzmán» el 14 de agosto de 2016 en un restaurante de Puerto Vallarta y con la desaparición y muerte en febrero de 2018 de los agentes de la Agencia de Investigación Criminal de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, Alfonso Hernández Villavicencio y Octavio Martínez Quiroz.
La muerte del director de SP de Zamora y los 7 muertos con narcomensaje de Morelia y Tarímbaro
Las voces de la Secretaría la Defensa Nacional puntualizaron que justamente detrás del asesinato del director de Seguridad Pública de Zamora, el capitán retirado Daniel Torres Hernández, atacado a balazos en Ocotlán, Jalisco, el domingo 28 de abril y fallecido en un hospital al día siguiente, se presume que está la mano de «El Tercero». El mando policíaco visitaba a su familia y se tienen datos de que su homicidio fue para «calentar la plaza» por la pugna que tiene el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) con células antagónicas michoacanas, indicaron los militares.
Asimismo, se le adjudican los siete asesinatos (cinco descuartizado y dos baleados) registrados el martes 30 de abril de este año en los municipios de Morelia y de Tarímbaro, cuyas víctimas aparecieron con letreros firmados por el CJNG, esto en la pelea por el control de la capital michoacana y su zona metropolitana.
Las autoridades federales consultadas manifestaron que efectivamente existe una estrategia para el combate al CJNG y de los grupos criminales que hay en los límites de Jalisco y de Michoacán, pero recalcaron que de no haber todo el soporte del Gobierno Federal, con la llamada amnistía, lo único que sucederá es que personajes como «El JP» se consolidarán aún más y esto pudiera desembocar en mayor violencia con una alta afectación para la ciudadanía en general, se viviría en Jalisco lo que ya pasó en Michoacán e incluso el territorio purepecha de nuevo podría situarse en riesgo de estar bajo el yugo de un cártel por su vecindad y por los sintomas que ahora existen de la presencia de este grupo en la ciudad principal del estado: Morelia.