Nacional.- Un pacto nacional por la emergencia económica permitiría evitar crisis de insolvencia en las empresas, destrucción de cadenas productivas y pérdidas millonarias de empleos formales e informales frente a lo que ya se considera como la caída más profunda de nuestra economía, expresó el Senador Gustavo Madero Muñoz.
“Estamos a tiempo de implementar acciones que nos permitan salir adelante, pero necesitamos actuar unidos y de inmediato, de lo contrario el daño va a ser mayor. La puesta en marcha de un pacto nacional por la emergencia económica, no puede ni debe esperar”, enfatizó Madero, presidente de la Comisión de Economía del Senado.
Los efectos de la crisis, abundó, ya son palpables. En México el INEGI reportó al mes de abril que 12 millones de personas dejaron de laborar y perdieron sus ingresos, sin certeza de que se mantenga el vínculo laboral o de retorno al trabajo.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) estimó que el número de pobres por ingreso se podría incrementar hasta en 10 millones de personas, por lo que podría pasar de 21 millones a 31 millones de pobres en el país.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), consideró que cerca del 50 por ciento de las MiPymes se encuentran afectadas por la crisis y en riesgo de subsistir, un dato preocupante toda vez que este sector concentran el 72 por ciento de la planta laboral del país.
En tanto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó que el Producto Interno Bruto caerá 9 por ciento este año por las afectaciones provocadas por el coronavirus.
“Veníamos mal con una economía que ya presentaba desaceleración, pero la crisis provocada por la pandemia vino a exacerbar nuestras deficiencias. La emergencia sanitaria, las medidas de confinamiento y distanciamiento social para contener la propagación del virus provocaron un coma inducido a la economía que ahora debe ser reanimada”, expresó el senador panista.
De otra manera, dijo, la caída de la inversión, el consumo y el impacto sobre los ingresos presupuestarios del gobierno federal será profundo y duradero en perjuicio de los hogares de millones de mexicanos.
En medio de ese panorama, un Pacto de Emergencia Nacional haría posible recuperar el crecimiento, apoyar a las personas que han perdido su empleo, y a las empresas que están en están a un paso de caer en la insolvencia, antes de que lo hagan.
El pacto, acortaría también el distanciamiento entre el sector privado y el gobierno federal, que junto con los gobiernos de los estados, los poderes legislativos y diversos sectores, necesitan hoy más que nunca trabajar de la mano.
”Así como los medianos y pequeños empresarios están padeciendo, los municipios y los estados también están sufriendo, y debemos voltear a verlos y escucharlos”, enfatizó Madero Muñoz.
El pacto aseguraría la protección a los sectores más vulnerables del país, la distribución equitativa de las oportunidades de recuperación, y la reorientación del presupuesto hacia donde verdaderamente se necesita en comunión con la realidad que estamos viviendo.
Además, fomentaría la confianza en la inversión, preservando la estabilidad macroeconómica en el mediano y largo plazo.
Pero principalmente establecería, en común acuerdo, las medidas económicas extraordinarias para mitigar las consecuencias negativas de la pandemia, a fin de contener la propagación de sus efectos entre el sector financiero y generar un impacto positivo sobre la protección del empleo a favor del bienestar de las familias.