Ciudad Juárez.- Rolando y Rosy Mar no se conocen entre sí, aunque hay dos cosas que los unen: que ambos dejaron desde hace más de un mes su natal Venezuela y el sueño de cruzar a los Estados Unidos y tener una mejor vida.
Su anhelo se ha visto frenado, ya que desde hace más de una semana forman parte de los más de mil migrantes que han sido deportados a Ciudad Juárez bajo el Título 42.
Esta frontera enfrenta actualmente una crisis humanitaria, debido a los más de 200 migrantes que son deportados a diario por los Estados Unidos a Ciudad Juárez.
La mayoría de ellos cruzaron al vecino país entre 9 y 12 de octubre, sin embargo fueron deportados luego de que el gobierno de Estados Unidos, emitiera nuevas disposiciones que señalan que los venezolanos que busquen el asilo político deberán llenar una solicitud vía Internet e ingresar a ese país vía aérea.
Pese a ello, miles de migrantes se quedaron en el camino, a metros de poder cruzar la frontera, mientras que los que lo lograron fueron deportados a México, sin pertenencias, documentos, ni dinero.
Rolando gasto 3 mil dólares para llegar a la frontera, ahora no sabe qué pasará
Rolando de 40 años es originario de Estado Sucre, Venezuela. Dejó su país hace más de un mes en búsqueda de cruzar a Estados Unidos y mejorar su calidad de vida.
Durante la última semana se manifestó frente al muro fronterizo, ya que buscaba llamar la atención de la Patrulla Fronteriza (Border Patrol), para saber que pasará con ellos, ya que asegura de un día a otro pasaron de ser inmigrantes a indigentes.
Él fue deportado a Ciudad Juárez el pasado 14 de octubre y desde ese día vive en la calle, en las banquetas del Centro de Atención Integral a Migrantes (CAIM) del Consejo Estatal de Población (Coespo).
“Estamos haciendo un sacrificio por llegar hasta aquí. Nosotros venimos de Venezuela por el problema político y social que hay allá, y nos interesa un beneficio para nuestra familia. Cada uno de nosotros gastamos más de 3 mil dólares por llegar aquí y ahora no sabemos qué pasada”, expresó en entrevista con Agencia Red Norte.
El hombre aseguró que tenían ya casi una semana viviendo en la calle, recibiendo ayuda sólo de la comunidad con comida y algo de ropa para poder pasar los días.
“Ya tenemos días en la calle, pero si cruzamos de nuevo sabemos que en dos o o tres días volveríamos, aquí donde nos estamos quedando. Nos han dicho que si pasamos de nuevo nos deportarán por otra frontera incluso más lejos que Juárez”, agregó.
Las necesidades es que ahora tienen, además de saber cómo solucionar su situación migratoria Can desde ropa, alimento, dinero, así como un lugar donde vivir y que se les dé certeza de información sobre las disposiciones de las autoridades americanas.
Rosy Mar buscaba llegar a Denver, ahora está varada en Juárez
Rosy Mar, salió también de su natal Estado Sucre Venezuela, con el fin de llegar a Denver Colorado, donde tiene familiares que al igual que ella son inmigrantes.
El día que cruzó a los Estados Unidos portaba algunos documentos, una mochila con ropa y medicinas para su pequeña hija, sin embargo también fue deportada y sus pocas pertenencias le fueron aseguradas por la Patrulla Fronteriza.
A decir de ella, su intención de cruzar la frontera era reunirse con sus familiares, comenzar a trabajar y olvidarse de las necesidades que tenía en Venezuela.
“Botamos todo cuando pasamos por migración, nos quitaron todo así como entramos sin nada, estamos sin nada”, dice Rosy Mar, en entrevista.
Ella fue deportada el 12 de octubre e ingresó a los Estados Unidos el día 11 del mismo mes, por lo cual hasta este fin de semana seguía varada en Ciudad Juárez.
El fin de seguir esperando en esta localidad es saber si Estados Unidos le dará otra oportunidad para poder solicitar de nuevo el asilo político, por lo cual forma parte de los cientos de migrantes que viven afuera de CAIM a espaldas de la Presidencia Municipal.
“No tenemos nada, ni plata, ni nada. Vamos a esperar aquí a ver qué nos dicen. No estamos acostumbrados a este clima, pero aquí vamos a seguir”, aseguró.
Venezolanos se unen a los miles migrantes varados en albergues
La crisis migrante que vive Ciudad Juárez, se agudizó debido a que los más de 18 albergues que dan apoyo humanitario a los migrantes están saturados.
Aunque se han recibido algunos en la Casa del Migrante, el gimnasio municipal Kiki Romero, en el Centro Integrador Leona Vicario y en el albergue habilitado por el Municipio y el Estado, el apoyo no es suficiente.
Enrique Valenzuela, coordinador del CAIM y de Coespo, informó durante la última semana que debido a estimaciones con las que cuentan en Ciudad Juárez hay más de 2 mil 500 migrantes habitando en albergues y unos 13 mil disparos en toda la localidad.
A raíz de ello, se busca ahora emplear a los migrantes para que puedan obtener recursos propios y poder vivir de forma legal en Ciudad Juárez.
Oscar Ibáñez Hernández, representante del Gobierno del Estado en la Zona Norte, informó que se acordó con el Instituto Nacional de Migración, expedir Formas Migratorias Múltiples.
“El INM a través del Contraalmirante Salvador González nos informó que ya desde hoy se expidieron unos certificados que permiten que los venezolanos puedan estar aquí legalmente y puedan además tener una Clave Única de Registro de Población (CURP) para que puedan ser contratados formalmente, se va a colocar un módulo de atención en el Puente internacional Lerdo, frente a la Presidencia, para las personas migrantes de origen venezolano que están siendo retornados, bajo el título 42, para que tengan su estancia regular en México”, indicó el funcionario.
Dijo que este es un mecanismo que ayudará a aliviar la crisis humanitaria, acciones a las que se está sumando la Cámara Nacional de Comercio (CANACO).
Aunado a lo anterior, continúan las mesas de trabajo interinstitucional que encabeza el representante de Gobierno en la Zona Norte, en las cuales se establecen los mecanismos a seguir para brindar una atención humanitaria a los migrantes.
Por parte de la Secretaría de Salud, se informó que se cuenta con una brigada integrada por médicos y enfermeras, quienes han realizado 125 consultas médicas así como pruebas de embarazo, además se confirmó que este jueves quedará instalado el filtro sanitario.
Mientras que el DIF Estatal reportó que se dotará de desayunos fríos a los menores y con ello evitar problemas de alimentación, también brindará cursos y capacitación para los padres de familia, en tanto que para niñas y niños se buscan alternativas de educación y aprendizaje.
Se acordó que en los próximos días se instalarán duchas, lavabos, baños portátiles por parte de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, y por medio de la Secretaría de Desarrollo Humano y Bien Común se continúa la entrega de kits de limpieza e higiene personal, así como de colchonetas y cobijas.
El apoyo y la solidaridad de los juarenses se hace notar
A las acciones para ayudar a los migrantes se han unido los juarenses, quienes han llevado víveres, ropa, cómoda y demás artículos para los venezolanos que viven afuera del CAIM.
A la par se llevó la instalación de tres centros de acopio en los que la comunidad podrá apoyar, si desea, a la comunidad migrante de origen venezolano que se encuentra en esta frontera y de esta manera mantener una mejor organización al interior de los refugios y albergues donde se ubican.
Los centros de acopio destinados para esta causa son el Centro de Atención Integral para Migrantes (CAIM), ubicado en Heroico Colegio Militar y Francisco Villa, así como las instalaciones del Parque Central y el propio refugio “Casa Onix”, situado en Melquiades Alanís a espaldas de Office Depot, este último habilitado gracias al apoyo del Municipio.
“Los albergues están a tope y por ello estamos buscando alternativas de refugio y en su caso de buscar la forma de que se beneficien con el apoyo de las formas migratorias y puedan ser productivos y dignificar su estancia en la frontera”, señaló Óscar Ibáñez Hernández, representante del Gobierno del Estado en la Zona Norte.
Organizaciones civiles también trabajan en la recolección de víveres para migrantes y así lograr que su estancia en Ciudad Juárez, sea más amena.