(Fragmento tomado de columna Torre Fuerte)
Tras la denuncia de amenazas de muerte, presentada ayer por el líder de la Unión Ecológica de Llanteros, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua (FGE), abrirá carpetas de investigación que apuntan a los protectores de Ricardo Ozuna -el hombre que amenazó a Héctor Ortiz Armijo-, y su vinculación con Gerardo Cantú y Julio Durán, hombres presuntamente ‘claves’ en la operación de corrupción de la Aduana Fronteriza de Ciudad Juárez, y al servicio de la maestra Norma Deirdré Bazán Mayagoitia.
Rocío Villa, gente de las confianzas de la
administradora, encargada hasta hace tiempo del puente internacional de Zaragoza-Ysleta, y su sustituto en las operaciones de ese cruce fronterizo con El Paso, Texas, Federico Anaya, estarían presuntamente también implicados en la red de corrupción por contrabando en los cruces fronterizos.
Durán también es señalado, de acuerdo a reportes internos y extraoficiales de la dependencia, como el “operador” de las confianzas del esposo de la administradora de la Aduana Fronteriza.
El derrumbe de la estructura de la Aduana, que ‘desnuda’ la corrupción en la administración, apunta a una inminente limpia de la dependencia y a la obligada salida de la titular, Norma Deirdré Bazán, que enfrenta los riesgos de señalamientos por parte de sus subalternos en los manejos de la Aduana en Ciudad Juárez.
Los enterados aseguran que el ‘chistecito’ y la osadía de Ricardo Ozuna, de amenazar de muerte al líder de los llanteros en Juárez, Héctor Ortiz, durante la manifestación de hace dos días, les saldrá caro a los “patrones” de Julio Durán y Gerardo Cantú.
Y es obvio que si hay voluntad política del gobernador de Chihuahua, Javier Corral de contribuir en la denuncia con la limpieza en la Aduana, la investigación podrá alcanzar a los ‘amigos’ de Bazán Mayagoitia y de su marido, en el manejo de las irregularidades y presunta corrupción de la Aduana.
El desaseo en la Aduana Fronteriza obliga a una urgente respuesta del recién nombrado titular de la Dirección General de Aduanas, Horacio Duarte Olivares, quien tiene el encargo presidencial de revisar y limpiar la corrupción de las 49 aduanas de todo el país.
Y ni cómo ayudarle a la maestra.
Por sanidad de la dependencia dependiente del SAT, tendrá que irse.
Y si el agua no llega al río, su ‘padrino’, Juan Carlos Loera de la Rosa tendrá que buscarle reacomodo y nueva chamba a la académica en el gobierno de la ‘4T’. Con suerte, su amigo Duarte, la salve del apocalipsis de la Aduana.
Quién sabe si la misma suerte acompañe también al dueño de las quincenas de la administradora, Omar Bolado, señalado en los reportes del batidero de la dependencia.
Los señalamientos y denuncias en contra de la estructura operativa de la Aduana y las amenazas vertidas por parte de algunos de sus integrantes, es la ‘gota’ que ha derramado el vaso de agua…