Estado.- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con protocolos de rehabilitación que se han adaptado durante la pandemia para brindar vigilancia estrecha en el cuidado de la salud de los pacientes que presentan problemas respiratorios y secuelas neurológicas, osteo-musculares, cardiacas, renales y digestivas causadas por el COVID-19.
El doctor Pedro de Jesús García Molina, jefe de Servicio de Terapias de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Siglo XXI del IMSS, refirió que se debe conocer el estado de salud posterior a la infección, pues pudieran presentarse síntomas como falta de aire, dolor articular, fatiga y cansancio que limitan la actividad física.
García Molina señaló que el ejercicio es importante para un sano desarrollo, pero en este momento de pandemia es necesario evaluar a los pacientes que se contagiaron del virus y determinar quiénes son candidatos a realizar una actividad física normal y quiénes necesitan apoyo en los servicios de rehabilitación del Seguro Social.
Resaltó que las personas asintomáticas que cursaron sin contratiempos o secuelas la enfermedad, pueden realizar actividades de alto impacto sin tener desajustes o descontroles.
En los casos de pacientes con afección moderada, severa o crítica de la COVID-19, subrayó, es donde se presentarán mayores problemas para poder desempeñar ejercicio físico de alto impacto.
El también médico de alta especialidad apuntó que estos pacientes requieren un manejo multidisciplinario, donde los médicos de rehabilitación, con apoyo de cardiólogos y neumólogos, entre otros, pueden determinar qué actividad física podrán realizar los pacientes. “Una actividad de leve intensidad no generaría mayor problema”.
Si la sintomatología se mantiene, dijo, el paciente puede ser derivado a una Unidad de Rehabilitación para manejo de secuelas, ya sea pulmonar, cardiovascular, neurológica o músculo-esquelética, en un programa de rehabilitación integral.
Explicó que ante estos síntomas es necesario acudir con el médico familiar, pues pudiera tratarse de secuelas del COVID-19. Al tratarse de una enfermedad multisistémica, en muchos casos las secuelas de la enfermedad no se conocen de forma inmediata.